The Smile es la estructura de tulipas laminadas emplazado en el Colegio de Arte de Chelsea Rootstein Hopkins Parade Ground. Se trata de uno de los proyectos emblemáticos del festival habitado para que todo el mundo pueda contemplarlo. Esta espectacular estructura tubular de madera curva mide 3,5 metros de alto, 4,5 metros de ancho y 34 metros de largo y es una viga curvada en ambos extremos. Al presentar el potencial estructural y espacial de la tulipa americana laminada en cruz, es el primer ‘mega tubo’ hecho con paneles de madera de construcción.

La madera laminada cruzada (CLT) es una madera de ingeniería que se puede utilizar para hacer paredes y pisos enteros de edificios. Tiene una construcción en capas con las fibras de madera giradas en ángulo recto en cada capa sucesiva, creando un panel con igual resistencia en ambas direcciones, al igual que el contrachapado. La CLT es más fuerte que el concreto y también se puede mecanizar a tolerancias increíblemente altas. Esto lo hace ideal para la prefabricación y el montaje rápido, reduciendo los tiempos de construcción hasta en un 30%. CLT se hace generalmente de una madera blanda llamada abeto. Este proceso de experimentación con CLT de tulipanes de rápido crecimiento cultivados en Norteamérica han demostrado que la madera de tulipán es considerablemente más fuerte que el abeto; destacando también su aspecto superior.

En definitiva, The Smile es el primer proyecto en el mundo para el uso de paneles de madera dura de CLT, de hecho toda la estructura está hecha de sólo 12 enormes paneles, cada uno de hasta 14 metros de largo y 4,5 metros de ancho. La fabricación de estos paneles en una planta de producción real de CLT ha sido un importante paso para mostrar cómo el material puede ser utilizado para proyectos comerciales.

¿Te imaginas vivir en una casa que consuma la misma energía que una bombilla? Pues si existe. Se trata de una casa que gasta 65 vatios anuales de electricidad, el equivalente a pagar 1,66€ de electricidad al mes. Es decir, 20 euros al año.

Está situada en la sierra de Madrid, se trata de esta casa de madera, la cual tiene un consumo energético casi nulo. Mide 650 m2, convirtiéndose en la casa pasiva más grande de España. Para su construcción se han utilizado materiales naturales y reciclados siendo una obra 100% respetuosa con el medio ambiente.
 No necesita calefacción, ni aire acondicionado, lo que permite ahorrar cerca del 90% en combustible con respecto a las viviendas comunes. Cuenta con muros de aislamiento de celulosa natural, ventanas de madera laminada con triple cristal y un sistema de ventilación con recuperador de calor y aerotermia para agua caliente. Sin olvidar la gran chimenea situada en el salón que caldera toda la casa.

 En la planta interior se ubican la cocina,2 salones,2 cuartos de baño, una biblioteca y 2 estudios. Y en la planta superior un dormitorio con vestidor y una habitación con baño propio. El coste de construcción de esta casa ronda los 1.000 euros por metro cuadrado.

Inspirada en las primeras custom y café-racer, la Essence E-Raw es una motocicleta 100% eléctrica con un rango de autonomía de 185 kilómetros que se basa en la simplicidad y en la vuelta a los orígenes. Sus bazas son un diseño puntero y unas soluciones mecánicas artesanales que configuran el primer prototipo de unas motos únicas.

El nuevo paradigma de la propulsión eléctrica está generando nuevas propuestas no sólo en el mundo de la automoción, sino también y de manera abundante, original y diferenciada, en el mundo de las motocicletas.

El asiento de la Essence E-Raw está fabricado en capas de madera laminada.

El menor peso alarga el número de kilómetros a conducir, por ello, las propuestas de motocicletas básicas aumentan. Lo que ya no es tan sencillo es encontrar lo que propone la Essence E-Raw, una mezcla de sencillez, robustez y fiabilidad que hacen de ella una moto no sólo ecológica, sino además, con una durabilidad que también prolongará su vida útil, algo muy necesario en este mundo en el que el consumo rápido de objetos se está convirtiendo en el peor enemigo de la salud medioambiental.

En la E-Raw confluyen la simplificación del tren motor debido gracias a la propulsión eléctrica y la simplificación de la parte ciclo, debida a la vuelta a lo fundamental en esta parte mecánica, lo que limita su peso en la báscula a tan sólo 167 kilogramos. Además, y por otro lado, sus diseñadores han aprovechado estas dos tendencias para volver a realizar una moto que vuelve a los materiales en bruto, el metal y la madera, que sus operarios modelan bajo técnicas artesanales más del pasado que del futuro. Estos materiales quedan expuestos a la vista, obviando recubrimientos innecesarios que aporten peso y cubran su belleza intrínseca y su alta tecnología. No obstante, se ha recubierto el pack de baterías de una manera discreta para ganar en elegancia, mientras que su asiento, fabricado en capas de madera laminada, le proporciona un sello propio e innovador. También queda la vista su estructura tubular en acero fijada sobre unas suspensiones Ohlins.

La Essence E-Raw emplea materiales en bruto como metal y madera, que se modelan artesanalmente.

En cuanto a la capacidad de las baterías se eleva a 10,1 kWh, dotándole de una autonomía de 185 kilómetros, una distancia aceptable, que se puede duplicar con tan sólo esperar los 30 minutos que dura una recarga completa de sus baterías (efectuada con el sistema de recarga europeo CCS o Combined Charge System también denominado Combo). Gracias a ellas, entrega una potencia máxima de 109 caballos y un par motor de 180 Nm, alcanzando su máxima velocidad a los 155 km/h y, lo que es mejor, una aceleración de 0 a 100 km/h en tan sólo 3,5 segundos.

Su llamativo diseño, que reúne minimalismo y autenticidad, han hecho que la E-Raw haya sido elegida como una de las motocicletas más promocionadas del año entre las principales páginas web del mundo de las dos ruedas.

La madera está de moda.

Maderas Menur.

Él famoso refrán que dice “el que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija” ahora podría convertirse fácilmente en el que dice “ojos que no ven, porrazo que te metes” al cambiar la madera al uso por madera transparente. Sí, estás leyendo bien, a partir de ahora podemos hablar de la misma para la construcción mejorada de muchos elementos usados en nuestro día a día.

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Primer plano de una lámina de la madera transparente | (Foto: KTH Royal Institute of Technology)

En un futuro no muy lejano las ventanas y paneles solares podrán ser construidos en madera transparente o translúcida.

No es nuevo el hecho de que la madera sea uno de los materiales de construcción más usado del mundo y cada vez con más frecuencia. La madera es un material resistente, renovable, duradero, termoaislante, barato y fácil de extraer en comparación con muchos otros, lo que lo hace particularmente importante a la hora de recubrir grandes superficies con células solares. Pero la madera también es opaca, lo que le hace perder puntos para según qué construcciones, por ejemplo para “cristales” de ventanas. Hasta ahora.

Un equipo especializado del Real Instituto de Tecnología de Estocolmo (KTH) dirigido por Lars Berglund ha desarrollado un sistema para crear madera transparente a gran escala, dando paso así a un sinfín de posibilidades en la construcción.

Pero, ¿cómo es posible? El primer paso fue retirar químicamente la lignina (un polímero natural presente en las paredes celulares de las plantas) dando como resultado una madera blanca, pero no transparente. El paso siguiente fue sustituir la lignina por polimetilmetacrilato, un polímero plástico que alberga alrededor de un 93% de transparencia. El resultado es un material con una estructura muy similar a la madera con una transparencia del 85%.

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Madera transparente | Foto: Masayuki Hayashi

Si bien es cierto que no es la primera vez que se consigue fabricar madera transparente esta vez existe la posibilidad de crearla de forma masiva y como material de construcción, ya que en anteriores proyectos solo pudo ser elaborada a muy pequeña escala empleándola para crear pequeños microchips, por ejemplo.

Por lo tanto, es muy probable que no en mucho tiempo comencemos a ver paneles solares de madera transparente o fachadas semitransparentes que permitan absorber luz pero mantener la privacidad.  Pero también ventanas. No solo las hojas de madera son más resistentes que las de cristal, si no que pueden aprovecharse todas las demás ventajas de este material.

El siguiente paso de los investigadores se centra en mejorar la transparencia y ampliar las clases de madera empleables para la elaboración de esta revolucionaria madera transparente.

El tiempo dirá si este innovador proyecto de madera transparente se convierte en un procedimiento práctico, sencillo y más o menos barato dando paso a una auténtica revolución en el mundo de los materiales.

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